Revolucionaria, amplia, plegable… cualquier cosa que se te ocurra. Menos actual, ya que esta original caravana plegable no es muy moderna, aunque te lo parezca. Diseñada por Eduard Bohtlingk en 1985, es ideal si tienes cierta claustrofobia o te gusta dormir al raso.
Que las caravanas requieren que te habitúes a un espacio menor al que normalmente estamos acostumbrados es normal. Y en el fondo, si lo piensas, es un contrasentido. Te vas de acampada, a disfrutar de los parajes al aire libre?y te metes en una caja de metal y plástico, bastante más pequeña que tu casa habitual.
El diseñador y arquitecto holandés Eduard Bohtlingk diseñó esta De Markies en 1985. No se si tendría en la cabeza esto que yo te cuento, pero desde luego ideó una forma de que las caravanas fuesen más amplias y cómodas sin necesidad de remolcarlas con un camión. Unas paredes que se convierten en suelo, con unos desplegables en vinilo prácticamente triplican la capacidad de la caravana. Los muebles, también inteligentemente diseñados para plegarse con la caravana o «esconderse» unos dentro de otros hacen posible «el milagro». Los toldos tienen una cobertura opaca y otra transparente, dependiendo de si quieres dormir viendo las estrellas o de forma un poco más resguardado. También, unos «abanicos» desplegables permitían separar varias habitaciones por dentro. Y en el caso contrario, si quieres total «contacto» con la naturaleza puedes abrir del todo los toldos y quedarte al raso.
Desde luego, una forma única, elegante y práctica de ir de acampada.